La mayoría de las personas piensan que el envejecer es producto del simple paso del tiempo, el cual va estropeando las estructuras del cuerpo y las funciones de los seres vivos. Sin embargo, asumir que el envejecimiento es debido al desgaste del paso del tiempo y es tan irremediable como él, es cometer la falacia de comparar un organismo vivo con una maquinaria inorgánica, es pensar que somos como una chatarra vieja desgastada que hay que desechar. Los organismos vivientes, a diferencia de las máquinas, tienen la característica fundamental de repararse y renovarse a sí mismos constantemente. Cada día que pasa, nuestras células se renuevan, de manera que las células con las que contamos en este momento, no necesariamente tienen la misma edad que nosotros mismos; algunos tejidos lo hacen más lentamente que otros. Y este constante “rejuvenecimiento” ocurre en respuesta al uso de dichas células, que requieren reparación por su uso constante. Tal es el caso del músculo. Se ha demostrado que las células musculares son capaces de regenerarse rápida y efectivamente, mientras exista estímulo en ellas. Es cierto que con el envejecimiento esta capacidad disminuye, pero no llega a perderse del todo. La proteína muscular es metabólicamente activa y la pérdida de masa muscular está relacionada a la inactividad física y a la incapacidad de realizar actividades normales de la vida diaria. Es importante mantener adecuadas reservas de proteína muscular y aminoácidos a medida que envejecemos. Existe una serie de ejercicios recomendados que incrementan dramáticamente la síntesis de proteína muscular en hombres y mujeres. Esto ha sido demostrado inclusive en personas de 76 años y más. (si deseas saber ejercicios recomendados para vivir más, haz click aquí)
El envejecimiento no es resultado del daño por el simple paso del tiempo, sino que es el resultado de la manera en cómo hemos vivido, nuestro estilo de vida, la alimentación y ejercicio físico realizado. Este es considerado un paso más en el desarrollo de un organismo, un proceso normal y universal del ser humano, programado desde que nacemos, en el que intervienen diversos factores genéticos, hormonales y ambientales. Lo cierto es que existe un envejecimiento exitoso, activo y saludable; el cual es logrado por el uso diario y constante de las estructuras de tu cuerpo. Es decir, si ejercitas tu cerebro podrás prevenir el deterioro mental y si ejercitas tu cuerpo, la movilidad te ayudará a verte rejuvenecido. (si deseas saber consejos para llegar a la vejez saludablemente, haz click aquí)
