Nuestro funcionamiento mental es lo que nos permite hacer las cosas del día a día, y por más sencillo que parezca comunicarnos, movernos, pensar, entender nuestras emociones y las de los demás, lo hacemos gracias al trabajo de miles de grupos neuronales que hemos activado a lo largo de nuestras vidas.
Como el proceso de desarrollo nunca se detiene, a medida que envejecemos podemos ir perdiendo cierta agilidad mental, pero podemos llegar a edades avanzadas con nuestra memoria y otros procesos bien afinados. Una forma de hacerlo es aprendiendo cosas nuevas. Cada vez que aprendemos algo nos apoyamos en las conexiones previas, lo cual logra una doble función, mantener las relaciones entre neuronas previamente conectas y promover nuevas conexiones.
El nuevo aprendizaje incluye desde palabras, oficios, habilidades, conocimientos factuales, idiomas, etc.
No se diga más, y a seguir aprendiendo!
