En ocasiones se oyen múltiples expresiones y creencias erróneas acerca del agua:
1. “Hasta con un vaso de agua engordo”:
2. “Yo siempre he retenido líquidos, por eso no tomo agua”.
3. “Me gusta ir al sauna, porque así pierdo peso”
4. “Tomo diuréticos para perder peso”
Lo cierto es que, sin agua no hay vida. Normalmente, el agua constituye alrededor del 60 % del peso corporal en los hombres y cerca del 50 % en las mujeres, lo cual es lo necesario para que la misma pueda realizar sus funciones necesarias en el organismo vivo.
Dado que, el tejido graso o adiposo contiene poca cantidad de agua, el porcentaje total de agua en el individuo obeso es inferior al que tiene el no obeso. Por lo que, si por estar pasados del peso ideal, no tomamos agua, asistimos al sauna y además, tomamos diuréticos, la deshidratación será un resultado inminente.
El agua se encarga de transportar los alimentos en el organismo, permite la excreción de los productos de desecho, regula nuestra temperatura y lubrica nuestras articulaciones. Una correcta hidratación permite mantener la piel tersa y joven.
Además, te brinda saciedad, ya que si tomas 1 gran vaso de agua antes de cada comida, verás que vas a disminuir la cantidad de alimentos que comes, lo cual reduciría las calorías diarias y podrías hasta bajar de peso. Cabe destacar que, en ocasiones el dolor de cabeza que atribuimos a hambre, a veces es deshidratación, y tomando agua podrás evitarlo.
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